El Presidente ya tiene decidido remover al jefe de la fuerza, Marcelo Srur. Creen que hubo negligencia en la investigación y critican el manejo de la información.
Los días pasan y el submarino ARA San Juan con 44 tripulantes a bordo no da señal alguna en medio del Atlántico Sur. Tras el anuncio de la Armada Argentina sobre la explosión que hubo en la nave el miércoles 15 de noviembre (último día que contactaron a la embarcación), los familiares de los navegantes tomaron la noticia con mucho dolor e indignación y repudiaron el accionar de Armada por «haberlos engañado» con el manejo de la información.
En este sentido, el presidente Mauricio Macri ya tiene en mente cuáles serán las próximas medidas una vez que se encuentre al submarino. Pasará a retiro al almirante Marcelo Srur, jefe de la Armada, y a toda su cúpula.
El mandatario confía más en la ayuda internacional que en la capacidad de la marina para esclarecer una tragedia que todavía no sabe cómo se inició, pero que sí supone cómo será el desenlace.
Frente a la negligencia de la conducción de la Armada, el gobierno logró que Estados Unidos y un organismo multilateral vinculado al control del desarrollo nuclear, aportaran información crucial para probar que el ARA San Juan no estaba apto para ser utilizado. En tanto, el ministro de Defensa Oscar Aguad, exigió al almirante Srur ciertas precisiones que en otra época hubieran terminado con un expediente por desacato.
El funcionario cree que la estrategia de la fuerza en cuanto a la contención de los familiares de los marinos desaparecidos no tiene tacto ni calor humano. Por ese motivo, Aguad no se sorprendió al enterarse que hubo destrozos en un sector de la Base Naval del Mar del Plata, cuando se les explicó que el submarino estaba a 3.000 metros de profundidad.